Las Grandes Decisiones

Como diría el finado Bob Ross “Hay momentos para las grandes decisiones”, el se refería a si poner un pinche arbolito aquí, una piedrita allá junto a su amiga piedra en esos lienzos que pintaba con maestría, en mi caso, el momento de mi gran decisión tuvo lugar en diciembre, cuando decidí dejar de morderme las uñas, aclaro morderme porque no me las tragaba, siempre las escupo y después de esa última vez que me las masacre (Dios mío! había pellejos y sangre por todos lados), llevo 31 días y contando, entonces mis dedos ahora ya no parecen de caricatura japonesa, ya van agarrando formita, aunque para ello deba de echarme un menjurje que al menor acercamiento del hocico con el dedo te dan unos espasmos estomacales que te quitan las ganas de andarle jugando al caníbal, lo cual me lleva a pensar, que aunque me ha costado, he logrado erradicar una práctica demasiado arraigada en mi persona, luego entonces es posible cambiar hábitos sólo si uno esta realmente decidido a hacerlo, en base a este razonamiento creo que muy pronto tomaré otra gran decisión.